3 de octubre de 2012

DESPIERTA EL SOL QUE VIVE DENTRO DE TI.


El sol es capaz de mostrarnos cómo podría ser nuestra vida si nosotros, conseguimos ser un centro de irradiación de luz, calor y vida.


Existen infinitos puntos de vista desde los cuales observar la vida. Uno de ellos es desde el sol. Vivir la vida y ver el mundo desde esa perspectiva, no es un argumento de ciencia ficción, puede ser una experiencia para quien quiera ampliar su conciencia y su percepción, respecto a la vida. Así lo explica Daniel Lumera. 
“Hay un idioma contenido en la luz capaz de influenciar nuestro metabolismo celular, nuestras ideas, nuestras emociones y los acontecimientos. Lo que nos ocurre es un producto de la información que emanamos y que está contenida en nuestra luminosidad: eso es lo que yo llamo: el código de la luz".
Cambia de perspectiva
Los sabios pertenecientes a las diversas civilizaciones antiguas sabían que observar el universo desde el punto de vista del sol permite una visión más amplia de la existencia, un saber superior al ordinario y una evolución más rápida. Si dejases por un momento de ver las cosas desde tu perspectiva y te pusieras en el lugar del sol... ¿Qué pasaría? ¿Como verías a los demás y a ti mismo? ¿Cambiaría alguna cosa? Intenta entrar en la percepción de la vida que tenía el hombre antes de Galileo: la tierra era el centro del universo, y el sol y los planetas giraban en torno a ella. Nadie podía refutar esta realidad, bajo riesgo de ser procesado. En el año 1.500 en Europa se creía que Dios había creado la Tierra como el eje de todo, con el infierno debajo y el cielo encima, el paraíso. Imagina qué diferente era la percepción del mundo y la experiencia de vida en aquellos tiempos. Más tarde vino el despertar. Galileo, basándose en las teorías de Copérnico y mediante la utilización del telescopio, empezó a observar la Tierra y al hombre con una visión más amplia, dándose cuenta de que el sol es el verdadero centro de este sistema planetario. Un simple cambio de perspectiva revolucionó para siempre el modo de pensar, de sentir y de ver del hombre. Y es que observando la realidad desde el interior de un sistema, podemos engañarnos y creer una ilusión (por ejemplo, que el sol gira alrededor de la Tierra). Una de las mayores debilidades humanas es la de fijarse en un punto de vista y defenderlo hasta la muerte, olvidando que la verdad absoluta de este momento será considerada el error del mañana.

 Ampliar conciencia
Si empezáramos a considerar al sol como un plano evolutivo, y utilizáramos esta perspectiva para ver y valorar las cosas, accederíamos a una conciencia mucho más profunda, capaz de resolver conflictos e ir más allá de los prejuicios. El punto de vista del sol puede romper las ilusiones y liberarnos. 
Nuestra conciencia normalmente considera la Tierra como el centro del universo de la percepción, y de ello se deriva una experiencia falsa e ilusoria: la dualidad.
En la Tierra existen los opuestos: el día y la noche, la luz y la oscuridad, el placer y el dolor, mientras que el sol no sabe qué es el alba ni mucho menos lo que es una puesta de sol. Los opuestos desaparecen para dejar paso a la luz. Lo mismo pasa en nuestra conciencia cuando cambia el punto de vista y deja el de la Tierra para adentrarse en el sol: experimenta una visión que sana los contrarios, une los opuestos y es capaz de percibir que todo es lo mismo, es uno. Cualquier cosa vista desde el sol aparece iluminada, clara, resplandeciente. La condición óptima para el ser humano es tener los pies en la tierra y la cabeza en el sol.

Felicidad radiante
Lo admitamos o no, todo cambia en función de la perspectiva que adoptamos. Tomemos como ejemplo una maestra de escuela que cambia del último al primer pupitre a dos alumnos. Uno de ellos piensa: “La maestra me quiere castigar y controlar porque no quiere que copie”, mientras que el otro opina: “La maestra mira por mi bien y me pone en este sitio para que vea bien la pizarra y pueda seguir mejor la lección”. Aunque el hecho sea el mismo, los dos alumnos lo consideran desde perspectivas opuestas, y esto influenciará sus comportamientos en todos los aspectos, incluso en la actitud y en la postura del cuerpo.  
Ésta es una posibilidad de ir más allá de una visión de sufrimiento, de dolor, de fractura y de rechazo.  Si pruebas, te darás cuenta de lo simple que es vivir según esta nueva visión, mucho más gratificante. Incluso tu capacidad de ser feliz está influenciada por el punto de vista desde el que miras las cosas. La felicidad que normalmente vives es polar y depende de algo externo a ti. Eres feliz si encuentras un trabajo bien pagado y triste si te rechazan, te alegras si te dan una buena noticia y te apenas si te dan una mala. Tu felicidad depende del dinero, de las relaciones, del trabajo, de los afectos... Siempre hay algo que puede dártela o quitártela.  
¿Te has preguntado cómo se vive la felicidad desde el punto de vista del sol?


Superar la polaridad
En el sol, la felicidad no está influenciada por la polaridad, es una felicidad innata. Eres feliz por el simple hecho de existir. Cada vez que el ser humano se vuelve realmente consciente de estar vivo, entra en contacto con un gozo que no depende de nada, es una felicidad existencial, nuestra condición natural. Cada experiencia que tenemos, cada pensamiento y acción, puede ser vivido así.
El sol ama a través de su calor, éste es el ejemplo físico del amor incondicional: calienta al rico y al pobre, a las piedras y a los árboles, sin distinción. Incluso si empezaras a insultarlo, el sol continuaría iluminándote, a calentarte y a nutrirte, porque está en su naturaleza. Tenemos tanto que
aprender de esta estrella, que representa un ejemplo de evolución extraordinario.

 Visualización a través del sol
Esta técnica es simple y extremadamente potente. Cada paso debe ser efectuado con atención y cuidado, sin prisa ni superficialidad. Si la realizas con profundidad, todos tus procesos vitales se verán despertados, energizados desde el plano solar, y los procesos de curación acelerados.
Cuantas más asuntos se vean a través del sol, más progresará nuestra evolución.
Considera un problema tuyo y analízalo anotando todo lo que piensas, sientes y consideras en relación a éste.
Después realiza la siguiente meditación:

1.Visualiza un sol en el centro de tu cabeza.

2. Haz salir este sol más allá de tu cabeza, por la coronilla, y síguelo hasta que alcance el sol físico.

3. Visualiza tu sol entrando en el sol físico.

4. Imagina que se fusionan los dos, como en un eclipse.

5. Siéntete el sol.

6. Considera ahora el problema desde el punto de vista del sol.

7. ¿Cómo te sientes respecto al problema?

8. Imagina ahora que sales del sol y vuelves a la Tierra.

9. Considera el problema desde esta perspectiva.

10. ¿Qué sientes?

11. Vuelve dentro del sol.

Ahora puedes repetir todo el proceso más veces, hasta que tengas la sensación de claridad interior.  
Todos nuestros conflictos derivan de la polaridad del plano evolutivo terrestre, y muchos de ellos se traducen en desequilibrios y enfermedades. Salud y enfermedad, placer y dolor, se alternan incesantemente en un ciclo infinito.
De esta forma, nuestra conciencia hace experiencia a través de los opuestos.
Restablecer la propia conciencia en el sol permite superar esta polaridad y experimentar una visión unitaria de las cosas, reconstituir un orden interior presente en el universo, que el ser humano ha perdido parcialmente.
Daniel Lumera.

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