3 de diciembre de 2014

DOS AÑOS SIN GENERAR BASURA. LAUREN SINGER.

¿Qué pasaría si pudieras vivir sin generar basura? 
¿Lo harías? 
Quizás pienses que no es posible, pero esta joven ya lleva dos años sin generar basura y quiere compartir su experiencia y decir que reducir los desechos que generamos, no es tan difícil como se cree. 

Pero ¿cómo podríamos hacer esto de forma individual? 
¿Podría hacerse fácilmente sin dejar de lado muchas de las comodidades modernas? 

La historia de Lauren Singer te dará una idea de cómo ella vive y qué hace para no producir desechos. 
Comienza su relato así: “Mi nombre es Lauren. Tengo 23 años, vivo en la ciudad de NY y no produzco basura. Es verdad. 

No hay basura, ni desechos. Nada"... 
Sé lo que estás pensando. 
Esta chica debe ser una hippie total. O una mentirosa. O no es real. 
Pero puedo asegurarles que no soy ninguna de esas cosas. Bueno, excepto que soy real. Pero no siempre viví una vida a la que podrías llamar como “cero desechos”. 

La inspiración de Lauren comenzó hace tres años, cuando estaba estudiando  Estudios Ambientales en la Universidad de Nueva York. 
No estaba de acuerdo con lo que hacían las grandes petroleras y quería hacer lo que pudiera para ayudar a generar un impacto positivo en el medio ambiente. 
Solo requeriría un poco de disciplina y un cambio de hábitos para ser más ecológica. 
Su pasión por el medio ambiente fue desafiada un día cuando notó, al abrir su nevera, que casi todos los productos estaban envueltos o guardados en algún tipo de envase desechable. 
Ahí estaba ella, la chica “verde” siendo, como ella se llama a sí misma “una hipócrita” porque estaba escogiendo vivir su vida de una manera que no era ni verde ni sustentable. 
Así que decidió eliminar el plástico de su vida. 
Usa esta historia como inspiración y podrás comenzar a hacer lo mismo. 
Ella resume aquí algunos detalles de lo que hizo. 
Mira a ver si puedes implementar esto en tu vida. 

“¿Cómo pasé de cero plástico a cero basura?” 
Primero, dejé de comprar productos envasados y comencé a llevar mis propias bolsas  para llenarlas con productos a granel en el supermercado. 
Dejé de comprar ropa nueva y comencé a comprar sólo cosas de segunda mano. 
Aprendí a preparar mis productos de limpieza y belleza. 
Reduje significativamente mis posesiones al vender, donar o regalar las cosas superfluas de mi vida, tales como 10 pares de jeans que no había usado desde la secundaria y un trillón de artículos decorativos que no tenían ningún significado para mí en lo absoluto. 
Comencé a decir “NO” a cosas como bolsas de plástico o papel en las tiendas. 
Por supuesto, esta transición no sucedió repentinamente en un día. 
Este proceso tomó más de un año y requirió un esfuerzo.
La parte más difícil fue mirarme a mí misma y comprender que no vivía de una forma que se correspondiera con mis valores. 
Comprendí que aunque sinceramente me importaban muchas cosas, no estaba llevando a cabo mi filosofía de vida. 
Una vez que acepté eso, me permití a mí misma cambiar, y desde ese momento mi vida ha sido mejor cada día. 
Aquí hay algunas maneras en las que mi vida ha mejorado desde que soy una persona libre de basura: 1. Ahorro dinero. 
Ahora hago una lista de compras cuando voy al supermercado y no compro impulsivamente. Adicionalmente, la compra de alimentos a granel significa no pagar por el embalaje. 
Cuando se trata de mi vestuario, no compro ropa nueva; compro en tiendas de segunda mano, por lo que obtengo mi ropa a un precio muy rebajado. 
2. Me alimento mejor.
Desde que compro alimentos no envasados, mis opciones de comida no saludables son realmente limitadas. Me alimento de muchas frutas y vegetales orgánicos, granos enteros a granel y legumbres, así como mucha comida local de temporada, dado que mercados de agricultores ofrecen increíbles productos no envasados. 
3. Soy más feliz.
Antes de adoptar mi estilo de vida sin basura, me encontraba a mí misma corriendo al supermercado antes de que este cerrara porque no había comprado algún capricho, comprando por internet, yendo a la farmacia para comprar este exfoliante o esa crema y limpiando constantemente porque tenía demasiadas cosas. 
Ahora, rara vez voy al supermercado para comprar algún ingredientes que necesito. Este viaje no es solo para alimentos, sino también para productos de limpieza y belleza, dado que todas las cosas que uso ahora pueden hacerse con ingredientes simples y cotidianos. 
No solo es más fácil y libre de estrés, también es más saludable ¡Sin químicos tóxicos!. Nunca pensé que  haría que aumentara mi calidad de vida.  
 “No comencé a vivir este estilo de vida para hacer una declaración de principios sino que lo hice para  estar a gusto conmigo y ser coherente conmigo misma y ahora, para mí, es la mejor manera en la que sé cómo vivir a gusto, donde todo se alinea con todo".
 Mind body Green, Upsocl...



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