5 de febrero de 2015

LAS CUALIDADES DEL DESPERTAR. SINCERIDAD, ATENCIÓN Y CORAJE.

En esencia, todo el camino espiritual es una cosa muy simple.

La espiritualidad trata esencialmente sobre el despertar al conocimiento intuitivo de la unidad y la disolución de nuestro apego a la consciencia egoica.

Al decir que la espiritualidad es algo muy simple, no quiero dar a entender que sea una tarea fácil o difícil. Para algunos puede ser muy fácil, mientras que para otros puede ser más difícil.

Hay muchos factores que desempeñan un papel en nuestro despertar, pero los factores más importantes son la sinceridad, la atención enfocada y el coraje.

La sinceridad es una palabra que utilizo a menudo para transmitir la importancia de estar arraigado en la honestidad, la autenticidad y lo genuino.
No puede haber nada falso o artificial en nuestras motivaciones si queremos despertar plenamente a nuestro estado natural.
Porque el ego es inteligente y hábil en los métodos del engaño, y sólo la honestidad y la autenticidad de nuestro Ser, están más allá de su influencia.
A cada paso y con cada respiración se nos da la opción de actuar y responder, tanto interior como exteriormente al condicionamiento que valora el control y la separación por encima de todo, o a la conciencia de la unidad que reside en el silencio interior de nuestro Ser.

Sin sinceridad es muy fácil llegar a convertirse en poco más que juguetes de la mente.
En nuestro mundo tan cambiante de soluciones rápidas, grandes promesas y cortos espacios de atención, es fácil mantenerse en un nivel muy superficial de consciencia, sin siquiera saberlo.

Hay una razón por la que los buscadores de todo el mundo tienen instrucciones de quitarse los zapatos y aquietar sus voces antes de entrar en espacios sagrados.
El mensaje que se transmite es que nuestro ego debe ser “apartado y aquietado” antes de que se nos conceda el acceso a lo divino.

Todos los intentos por controlar, reclamar y suplicar a la realidad no tienen ninguna influencia sobre ella más que para hacernos la vida más difícil y conflictiva.
Pero una mente abierta y un corazón sincero, tienen el poder de asegurarnos el acceso a la realización.
Cuando la gente le preguntó al gran sabio hindú Nisargadatta cuál pensaba él que era la cualidad más importante que había que tener para despertar, él dijo: “seriedad.”

Cuando eres serio, eres a la vez sincero, significa mantener tu atención en una sola cosa.
He encontrado que lo más difícil de hacer para la mayoría de los buscadores espirituales es mantenerse enfocado en una cosa durante mucho tiempo.
La mente salta de un lado a otro con sus inquietudes y dudas a cada momento. Raramente se queda con una pregunta un tiempo lo suficientemente largo como para profundizar en ella.

Mi abuela, que falleció hace unos años solía decirme en tono de broma: “Envejecer no es para los débiles”.
El proceso de entrada a un despertar completo y maduro requiere de coraje, ya que no sólo nuestra visión de la vida, sino la vida misma se transforma para alinearse con la visión mística interior.
Un corazón sincero es un corazón vigoroso y valiente dispuesto a rendirse ante la gran extensión desconocida del Ser .

Cuando la conciencia de uno se abre más allá del estado de sueño, es común que el ego sienta mucho miedo mientras se inicia esta transición.
Aunque no hay nada que temer acerca de nuestro estado natural, porque este estado está más allá de la capacidad de entendimiento del ego, y como siempre, los egos temen lo que no entienden y no pueden controlar.

Tan pronto como nuestra identidad abandona el ámbito del ego, todo el miedo se desvanece de la misma manera que cuando nos despertamos de una pesadilla.
De la misma manera en la que me dijo mi abuela, “Envejecer no es para los débiles”, también puede decirse que la transición desde el estado de sueño al estado despierto y maduro, requiere coraje.
Todo lo que queda por hacer es vivirlo.
Fragmentos de Adyashanti


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