28 de abril de 2015

DE LA APATÍA A LA EMPATÍA. GENE BAUR.

Entrevista a Gene Baur.

Es el fundador de Farm Sanctuary, el santuario de animales más grande del mundo.

"La mayoría de la gente es compasiva, pero sigue apoyando un sistema enfermo. La esperanza está en que los consumidores sepan votar y que realicen una elección diferente".


Una vez que lo conoces, resulta imposible no ser fan de Gene Baur

Nacido hace medio siglo en Hollywood, California, su sonrisa y su carisma reflejan la satisfacción de alguien que ha conseguido trasladar sus principios a la acción, alguien que vive de acuerdo con sus valores. 
La revista Time lo definió como " la conciencia de nuestro sistema alimentario" y, a pesar de su mensaje poco complaciente, es invitado habitual en programas de máxima audiencia. 
Actualmente, más de 1000 animales viven en los tres centros de la organización, uno en Nueva York y dos en California. 
Vacas, cerdos, gallinas, cabras, ovejas, burros, pavos, conejos, ocas... Todos supervivientes del horror y símbolo de esperanza de que otro mundo es posible. 
Gene, que siempre sintió una afinidad natural hacia los animales, se hizo vegano en el año 1985 y empezó a rescatarlos en 1986. 
En aquellos años, la explotación industrial se había extendido como la espuma en los Estados Unidos y la protección animal era inexistente. Un día, Gene se encontraba documentando una subasta de ganado y fotografiando una pila de animales desechados. Al acercarse a ellos vio que una de las ovejas, supuestamente un cadáver, movía los ojos y le miraba. No dudó en recogerla y llevarla al veterinario. Pero Hilda, que así se llamó la oveja, sólo estaba deshidratada y demasiado débil para moverse, debido a las horribles condiciones de transporte que había padecido.
Hilda fue la primera habitante de Farm Sanctuary y su historia marcó la vida de muchos animales y humanos. 
Tras documentar exhaustivamente que el de Hilda no era un caso aislado, y después de una dura batalla legal, aquella lonja de subastas fue la primera en ser condenada por crueldad. Una sentencia histórica que cambió los términos de lo que hasta entonces se consideraba maltrato animal. 

"Los santuarios son muy importantes y tienen que existir, pero el hecho es que, por muchos que haya, jamás podrán rescatar a todos los animales que necesitan ayuda. Los santuarios tienen que servir como modelo de que otra relación con los animales es posible".

Gene sigue viajando incansablemente por todo el país, realizando investigaciones, dando conferencias y organizando campañas para destapar los abusos de la ganadería industrial y la cara más oscura de nuestro sistema alimentario.
"La forma de no perder la motivación es centrarse en aquello que puedes hacer y no en aquello que, desgraciadamente, no puedes controlar. Cuántas más cosas buenas hagamos, más atractivo resultará para otros, y esto tiene un efecto viral.
La crueldad se ha convertido en la norma del sistema de explotación industrial, pero la amabilidad y la compasión también pueden ser contagiosas".
La mayoría de la gente es compasiva, pero sigue apoyando un sistema enfermo".
"Ser vegano se refleja en nuestras relaciones con los otros, ¿están basadas en el beneficio mutuo o en la explotación? Esto es aplicable tanto a personas como a animales, y también a nuestro entorno. ¿Cómo nos relacionamos, cuál es nuestro impacto? ¿Estamos creando, evolucionando y aprendiendo juntos o hay uno que está cazando al otro?".
" La esperanza está en que los consumidores realicen una elección diferente. Si apoyamos a las empresas más responsables, aquellas que no explotan a los animales, estas irán jugando también un papel cada vez mayor en el plano político".
Una de las facetas más inspiradoras de Gene Baur, aunque desconocida para el gran público, es la de atleta. 
Corredor de maratones, Gene demuestra que la necesidad de comer proteínas animales no es más que un mito. "Soy vegano desde hace 25 años y me gusta demostrar que comer vegetales en lugar de carne, leche y huevos aporta la mejor energía para conseguir logros deportivos importantes".
Gene siempre es optimista, también cuando habla del futuro. "Los tiempos están cambiando. Hay más conciencia ahora de la que ha habido nunca. 
La gente reconoce que la forma en la que nos alimentamos es un problema. 
La gente sufre enfermedades cardiovasculares, cáncer, y empieza a entender. Y la elección es sencilla y está en nuestras manos: comer vegetales en lugar de animales. 
Eso tendría un impacto enorme".
Lucía Arana.  Foto: ©Farm Sanctuary



Hay una reflexión que a Gene le gusta especialmente, y a nosotros también:  "Si podemos vivir bien sin causar daño a los animales, a nuestra salud y a nuestro entorno, ¿por qué no hacerlo?"


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