EL ORIGEN DE LOS MIEDOS

¿De dónde surge el miedo? ¿Hay un tipo de miedo que sólo es una sana protección?
Por ejemplo, si no le tuviese miedo al fuego, podría acercar mi mano al él y quemarme.
Esta es una de las tantas preguntas que le han hecho a Eckhart Tolle, a lo que él contestó:
"El motivo por el cual no pones tu mano en el fuego no es por miedo, es porque sabes que te quemarás.
No necesitas tener miedo para evitar un peligro, sólo necesitas un mínimo de inteligencia y de sentido común.

Ahora bien, si alguien te amenaza con fuego o con violencia física, puede que experimentes algo parecido al miedo pero esto, no es el tipo de miedo del que estoy hablando.
El estado psicológico del miedo está separado de cualquier peligro concreto, inmediato y verdadero. Surge de muchas formas: intranquilidad, preocupación, ansiedad, nerviosismo, tensión, pavor, fobia...
Este tipo de miedo siempre se refiere a algo que podría pasar, no a algo que esté pasando ahora.
Tú estás en el aquí y el ahora, mientras tu mente se va al futuro.
Esto genera una brecha de ansiedad.
Y si te identificas con el miedo, has perdido contacto con tu poder.
Siempre podrás enfrentarte con algo que ocurre ahora y es real, pero no puedes hacerlo con algo que es sólo una proyección mental.
Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente.
¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde la mente?
¡Peligro,estoy en peligro!
Y ¿Cuál es la emoción que se genera con este mensaje continuo? Por supuesto, el miedo.
El miedo puede tener su origen en muchas causas. Miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a ser dañado, pero a final, todo se resume al miedo que el ego siente frente a la posibilidad de morir, de desaparecer.
Para el ego, la muerte siempre se halla a la vuelta de la esquina.
En este estado el miedo, todos los aspectos de tu vida se ven afectados. Por ejemplo, incluso en un asunto que aparentemente es tan trivial como la necesidad de tener la razón en una discusión y querer que la otra persona sea la que está equivocada.
Es defender la posición mental con la que te has identificado.
Pero una vez que te has desidentificado de tu mente, te da lo mismo que estés en lo correcto o no, puedes expresar con claridad y firmeza lo que sientes o piensas, pero no habrá agresividad ni estarás a la defensiva.
Tu sensación surge de un lugar más profundo y verdadero en tu interior, no desde tu mente.
Vigila la aparición de cualquier síntoma que te pone a la defensiva.
¿Qué estás defendiendo? Una identidad ilusoria, una imagen en tu mente, una entidad ficticia.
Si haces consciente este patrón, si eres un testigo cuando esto ocurre, te desidentificas de él.
A la luz de tu consciencia, se diluirá rápidamente este patrón.
Este es el fin de todas las discusiones y de todos los juegos de poder que resultan tan corrosivos en las relaciones humanas.
El poder sobre otros es debilidad disfrazada de fortaleza.
El verdadero poder se halla en tu interior, y está a tu alcance ahora.
La cantidad de gente que ha trascendido la mente es aún extremadamente escasa, así que puedes partir de la base de que prácticamente todas las personas que conoces o con las que te encuentras, viven de una forma u otra, con ciertos miedos.
Sólo varía la intensidad del miedo.
Fluctúa entre la ansiedad y el espanto, en un extremo de la escala y una vaga incomodidad y sensación distante de amenaza, en el otro.
La mayoría de las personas sólo toman consciencia de sus miedos cuando éste, asume una de sus formas más pronunciadas".
Eckhart Tolle.